Leyre Flamarique y Molly Hall
La candidata Inés Arrimadas García (Jerez de la Frontera, 1981), empezó a estudiar catalán a raíz de su afición por el Barça – el himno del equipo fue lo primero que aprendió. Hace una década el destino quiso que llegara a Barcelona para trabajar como consultora en la firma D’Aleph, y entró en política. Tras varios años como diputada rasa, su carisma la llevó a convertirse en presidenta de Ciudadanos en el Parlamento Catalán. Ahora, tras haber conseguido que su partido obtuviera 36 diputados en las últimas elecciones catalanas y fuera la primera fuerza parlamentaria, ha sido elegida para ser cabeza de lista por Barcelona de cara a las elecciones generales. Esta jerezana ha logrado una posición reconocida en la política catalana y nacional y su figura es aclamada en muchos rincones de España.

En el 2010 una compañera de la oficina la invitó a un acto de Ciudadanos, siendo éste su primer contacto con el partido. Se escribe sobre ella que en sus comienzos como militante era introvertida. A pesar de esta timidez, el presidente de la formación naranja, Albert Rivera, ya vio potencial en ella durante una clase de oratoria impartida por él mismo en estos primeros mítines. Un año más tarde, Rivera la invitaría a formar parte del equipo de Ciudadanos. Ahora, Arrimadas muerde .
La paradoja de Arrimadas está en su marido, Xavier Cima. Fue diputado por Convergència Democràtica de Catalunya y nunca ocultó su deseo de un territorio independiente. En sus redes sociales se podían leer declaraciones como «Cataluña no es España». Pero poco a poco ha dejado se ha distanciado del independentismo, que contrasta con el camino que sigue su mujer, cada vez más radicalizada contra el soberanismo.
La trayectoria de la presidenta de la oposición catalana ha sido meteórica. Solo un año después de ingresar en Ciudadanos ya ocupaba un asiento en el Parlament de Catalunya. En el 2015 se convirtió en líder de la oposición después de que su partido obtuviera 25 diputados. Ciudadanos tenía un mensaje sencillo pero eficaz: fortalecer el castellano en el sistema educativo y frenar el creciente autogobierno catalán. Dos años más tarde, ganaría las elecciones al Parlament de Catalunya, aunque los partidos independentistas conservaron la mayoría de escaños, lo que le impidió conseguir la presidencia de la Generalitat.

Arrimadas es licenciada en Derecho y en Administración y Dirección de Empresas. Habla castellano, catalán, francés e inglés, pero utiliza a menudo su primera lengua en el Parlament. Opta por atacar a los políticos independentistas en castellano y sus intervenciones se caracterizan por ser agresivas, muchas veces teatrales. En un escenario difícil, la suya ha sido una de las voces más oídas dentro de los constitucionalistas. Hasta sus rivales reconocen su tenacidad y dotes de liderazgo, pero esto parece no ser suficiente para los votantes, pues las encuestas pronostican una caída de votos para Ciudadanos en Catalunya de cara al 28A.
El 23 de febrero del 2019 anunció su salto a la política nacional. En caso de ganar, Barcelona prescindirá del carisma de la andaluza, pero Ciudadanos ha dejado los deberes hechos con su ascenso en el panorama político catalán. Ella, por su parte, ha logrado convertirse en la primera mujer en ganar elecciones catalanas. Ahora Ciudadanos busca ganar votos de los indecisos con el “efecto Arrimadas”. Ciudadanos necesita a Arrimadas y Arrimadas necesita a Catalunya para llegar a Madrid.
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